El
nombre Nathan Birnbaum tal vez no le diga mucho, pero el alias que
eligió cuando entró al mundo del espectáculo -George Burns- fue un
nombre conocido durante las diez décadas en que participó en el mundo
del entretenimiento. Uno de 12 hermanos, Burns, empezó a cantar cuando
era niño y abandonó la escuela en el cuarto grado para hacer del canto
su profesión. Presentaba un espectáculo unipersonal- cantaba, bailaba y
contaba chistes- cuando conoció a Grace Ethel Cecile Rosalie Allen, una
cantante irlandesa católica; poco después, los dos se dieron cuenta de
que trabajaban mejor juntos que solos y se convirtieron en Burns y
Allen, uno de los grupos de humoristas más famosos del siglo XX.
Burns
murió en 1996 justo después de su cumpleaños 100. Gozaba de una salud
asombrosa y sobrevivió a casi todos sus contemporáneos. Sobre su
avanzada edad, una vez anotó, ¨Me ovacionan de pie por solo ponerme de
pie¨.
Burns
fue también autor de diez exitosísimos libros. Sus agentes literarios,
Richard Pine y su padre, Arthur Pine, viajaban a Los Ángeles una vez al
año para almorzar con Burns en el Hillcrest Country Club. Incluso cuando
se aproximaba a los 90 años, Burns lucía asombrosamente saludable.
Después del almuerzo jugaba a las cartas, hacía una siesta, seguía su
rutina cotidiana, se encontraba con amigos para cenar.
¨Siempre
que lo vi- recuerda Richards- me sentí un poco asombrado y un poco en
el cielo. Mi padre se sentía más tranquilo. en una ocasión, durante uno
de estos almuerzos, mi padre miraba a Burns y observaba lo sano que se
veía y de repente le preguntó, como de la nada, ¨George, ¿cómo hace para
mantenerse en forma y saludable? ¿Cuál es su consejo?¨
¨Hubo una pausa, Burns aspiró su eterno cigarro, exhaló, y dijo con su voz grave, ¨Comer la mitad¨.
Los datos sobre la reducción calórica
Mientras
que una buena parte de las personas del mundo no tienen suficiente qué
comer, las personas que viven en los países desarrollados pueden tener
demasiado. La obesidad es una epidemia en muchas naciones occidentales,
incluso los Estados Unidos, donde en el 2009 se estimó que el 33 por
ciento de la población sufría de sobrepeso y que incluso más del 34 por
ciento era obesa.